viernes, 28 de abril de 2017

MISOGINIA EN LAS MUJERES



(gracias Miguel Ángel Martín por la imagen)

Pensaban: ser mujer no puede influir en tu trabajo.
Decían: ser madre no puede afectar a tu trabajo. Ser madre no es lo más importante, no es lo que te define, no es siquiera una ocupación de final de jornada.
Se escuchaba en ese despacho, paneles de cristal, y fuera, mesas en fila con mujeres jóvenes. En esa oficina, noventa y cinco por ciento mujeres (jóvenes y peligrosas: en edad de procrear).
-Tienen que organizarse. Nosotras nos organizamos, lo hacemos. No hay que ser... ya sabes, blandas.
No hay que ser blandas.
-Todas hemos pasado antes por esto. Embarazos, bajas de maternidad, crianza. Y nos hemos apañado. Siempre te las apañas. Que no vengan ahora con cuentos.
¡Jornada reducida!
¡Horarios razonables!
¡Reuniones de padres en el colegio!
No, no, ese no es el camino. Aquí todo el mundo trabaja hasta el final, hasta el final de sus fuerzas. Eso es la igualdad.

Una planta llena de mesas, una oficina diáfana, redacción femenina. Reuniones a las siete de la tarde, viajes imprevistos, escribir el fin de semana, todas lo hacemos, hasta las jefas, es lo que toca, no me mires así, si nosotras lo hemos hecho, tú puedes, tú puedes, tú debes, tú tienes que, nos las apañamos, cuando veo esas madres del colegio llegando a las cinco a recoger a sus hijos, ¡a las cinco!, como si no hubiera nada que hacer (risas), nosotras no somos así,
piensas:
no, vosotras enviáis a vuestras cuidadoras a recoger a vuestros hijos,
tú también lo haces, sí, qué remedio, mujeres extranjeras o mujeres con aspecto de estar un poco perdidas y nerviosas, no se vaya a escapar el hijo de otra, mujeres que recogen a los hijos de otras, no queda más remedio, no pasa nada, tú lo haces, te parece razonable, te parece que no queda más remedio, pero ese tonillo:
No hay que ser blandas.

Misoginia en las mujeres.

Esa, con sus hijos siempre enfermos.
Esa, con sus ganas de salir pronto a por los niños.
Esa, con su baja de maternidad, y además, las vacaciones.
Esa, con su jornada reducida.
(Por otro lado te preguntas: y ellos, ¿no llevan a sus hijos al médico, no salen antes, no piden jornadas reducidas? Te preguntas: ¿por qué por la mañana hay mayoría de padres llevando a sus hijos y por la tarde solo mujeres recogiéndolos?).
Y por Dios, este texto, tiene que ser más, ya sabes, como si lo firmara un hombre.
No me vengas con cuentos feministas, eso es solo una excusa.
(Te preguntas: una excusa ¿para qué?)
No me vengas con temas de género.
No me vengas con feminismo, con cuotas. ¡Cuotas! En lo más alto están las que se lo merecen, punto.
No me vengas.
Misoginia en las mujeres.







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